La Negra no murió, dejó un LEGADO

Quiero quedarme con una de las historias más lindas de amor que he vivido

Negra01

Celebrando la nota de Pasantía

Me quedo con el acento costeño que entre lo coloquial, folclórico y directo marcaba el corazón de los que tenían el privilegio de conocerte.

¡Pobrecita la negra! escucho por allí, y digo ¡pobrecito los que nos quedamos sin ella!

Te imagino caminando desde Julian Blanco, el barrio donde vivías, hasta la USM, donde salias a las 3 pm, repartiendo sonrisas, anécdotas, valores sencillos, pero eternos.

Despacito, suave, suavecito, poquito a poquito dejando un LEGADO.

Un LEGADO de amor, mas allá de un título, de dinero, de apariencias, tenias el don de gente, de HUMILDAD. Y no esa humildad que asocian con la pobreza, es la que entiende genuinamente desde el corazón que todos somos iguales delante de Dios.

No te podré pagar todo lo que hiciste por mi. Muchos profesores y amigos me enseñaron algo valioso, pero tu me enseñaste que es el AMOR.

Te vi la última vez como un pajarito atrapado en uno de los salones y te saque al sol, te despediste, me dijiste Abraham sonríe, QUE ES GRATIS Y SABROSO.

TE AMO NEGRA

Negrita

#LaNegra #ComparteSuLegado

De un idilio a eternamente mi amor

Al fin de la batalla,
y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre
y le dijo: «¡No mueras, te amo tanto!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo. César Vallejo

Puesto que nunca volverás te hice un poema para que te aferres a mis pensamientos, y de un idilio pases a ser, eternamente mi amor.

En el pavimento vi correr la sangre de mi generación, se detiene el latido, latidos del corazón.

De sus ojos salió esperanza, esperanza que nunca muere, las lágrimas fueron testigos e hicieron una canción.

¡No mueras, no mueras, quédate para siempre!

Te ocultaré en mi pecho como el bello tricolor.

A.M

Una opinión más sobre Venezuela

Mi opinión, tras recibir muchas preguntas de amigos del extranjero sobre la situación en Venezuela. Por favor si lees esto y tienes otra opinión, escribe… Agregará algo que no se.

Miles de opositores al Gobierno nacional salen a protestar diariamente a las calles de Venezuela, muchos de ellos mueren en circunstancias extrañas, otros son asesinados por una evidente represión .

El oficialismo y sus seguidores lo ven como terrorismo y justifican las acciones de los cuerpos de seguridad. Mientras, miles, solo observan las redes sociales y dan sus likes para no sentirse mal por no salir a las calles, o simplemente se sienten bien por lo que hacen desde sus casas o posiciones, como ahora le llaman.

La vida transcurre con normalidad para las zonas donde no hay protestas, risas, fiesta y otra realidad que no sale en los diferentes medios. Pero el taxista habla y se queja. El chofer habla y se queja. El oficialista que recibe la bolsa CLAP (Comité Local De Abastecimiento y Producción), dice gracias a Dios y a la revolución, pero también se queja por una u otra razón. Todo es tan complejo para explicar que pasa en Venezuela.

Existe una polarizacion evidente, y explico en esta parte lo siguiente, una gran mayoría ya no quiere al Gobierno, pero tampoco a la oposición, a los primeros porque el grado de corrupción es barbaro y descarado, mientras que el otro tiene tantas ansias de poder que no se sabe que pasara cuando lleguen unas presidenciales, porque para no ocultar nada empieza la guerra de poderes entre las cúpulas para ver quien se queda con el coroto.

Si hay hambre, necesidad, falta de medicamentos y otros problemas que ya son reflejados en la prensa nacional e internacional, pero también hay muchas oportunidades para comer, para trabajar, para crecer en medio de la crisis, sí crisis hay, pero los chinos están aquí y como la aprovechan y siguen creciendo.

El radicalismo abunda, también el fanatismo… Pero para mi, la razón principal es que le hemos dado la espalda a Dios, por adorar a hombres (tanto de un lado como del otro) -Como nos encanta un Caudillo, típico en América Latina-. Somos idólatras, la maldad se multiplica, somos deshonestos y muchas veces o siempre practicamos la doble moral. Hemos pecado y nuestra nación esta bajo juicio. Necesitamos volver nuestro rostro a Dios.

Esto pasará, pero antes tendrá que venir un avivamiento espiritual, luego social que es la consecuencia natural.

Para mi no es el cambio de Gobierno, aunque en gran parte no han sabido administrar las riquezas como tampoco lo supieron hacer sus antecesores. Aún sigue habiendo pobreza, aunque hubo mucha inclusión, jajaja hasta yo mismo me enredo escribiendo, pero es que tienes que venir para conocer mi hermosa tierra y sus rarezas, pero ojo si vienes ten cuidado, tienes que ser precavido para andar en mis calles, porque como existe gente buena (que son más) existe el hampa (malandros-granujas), que no respeta a nadie.

No tengo toda la razón, ni se si todo lo que escribí tenga sentido para otro de mis paisanos, pero lo que se,es que ellos en este post pondrán su granito de arena, ya sean oficialistas, opositores o NINI (ni de uno ni de otro).

No se si Venezuela sea el mejor país del mundo, pero es mi país y seguiré luchando por el.

Como el llamado desesperado de un padre por su hijo me cambió la agenda de un día lunes

Hace aproximadamente tres meses visité a mi madre en Maracay para pasar dos semanas y compartir con la familia. No imaginé que Dios me tenía una sorpresita.

En unas de las caminatas que hago con mis sobrinos, escuché el grito desesperado de un señor, de nombre Gabriel (amigo del barrio).

“Abraham, si ves a Jesús Grabriel en Caracas, por favor ayúdalo, mira que está mal de la cabeza y no quiero que me lo maten”, me pidió. “Ok, cualquier cosa le aviso”, le contesté, no imaginando que Dios me tenía una sorpresita.

Transcurrieron los días, y ya estando en Caracas, me dirigía a una entrevista de trabajo cuando me encontré a Jesús cerca de la Plaza Brión, en Chacaíto. Me reconoció, pero era evidente que no estaba bien.

Olía muy mal tras dos meses viviendo en la calle, con los pies negros e irreconocible, ese chamo que jugaba conmigo en el barrio.

Le dije a Jesús “Espérame aquí, ya vengo”, pero en ese momento recordé las palabras de su padre “Si ves a Jesús en Caracas, por favor ayúdalo”, entonces comprendí que la agenda de ese lunes había cambiado.

Comencé a llamar a mi madre para que me pusiera en contacto con los familiares de Jesús.

Empecé a buscar ayuda, pero nadie entendía porque un chamo con pinta de que iba a una entrevista o a sacarse la cédula iba acompañado de un joven sucio y con mal aspecto.

Caminamos hasta un “Pare de Sufrir”, el que está al comienzo del Boulevard Sabana Grande, y un joven de los que atiende en esta Iglesia, tras pedirle ayuda me permitió usar el baño y además le buscó ropa a Jesús para que se vistiera.

Allí comenzó una osadía de 08 horas (10:00 am – 6:00 pm) y una de las mayores enseñanzas de vida que he tenido.

En ese lapso de tiempo Jesús pidió comida, camino de un lado a otro de manera descontrolada, decía cosas incoherentes, muchos les trataban mal, mientras que otros le daban algo (Un pan, una galleta, un helado).

Me golpeó dos veces, caminé detrás de él para que no se perdiera. Comía de las migajas que caían del suelo, de la basura.

Caminamos de la Brión hasta el Boulevard y del Boulevard a la Brión unas 30 veces donde repetía sus comportamientos una y otra vez.

Sentí impotencia, dolor, frustración, ganas de dejarlo allí, que se perdiera. Pero un amor –que obviamente no salía naturalmente- me daba las fuerzas para seguir.

El papá de Jesús y su hermana llegaron al final de la tarde. Qué hermoso fue ver el abrazo del padre y la unión de la familia.

Enseñanzas:

Jesús Gabriel nos representa, no por su estado mental, sino por las veces que nos busca el Padre (Dios) cuando en nuestra obstinación y desenfreno queremos hacer lo que nos da la gana, pero ÉL con paciencia nos sigue, nos ama y nos busca con fidelidad.

En la foto: Jesús Grabriel

La bondad del venezolano en medio de la crisis. Durante esas 8 horas vi como muchas personas compartían un pedazo de pan, helado, tizana, tortas, y hasta un plato de arroz con pollo. Agua, refresco, jugo.

Al final de la tarde, pese a que no había comido y que me había perdido la entrevista de trabajo, mi corazón estaba inmensamente agradecido y lleno de gozo. Una vez más entendí que la AGENDA de Dios está siempre dirigida a Salvar al hombre.